Amo esta pedagogía y filosofía. La estudio de manera independiente desde el año 2020 y terminé mi Maestría Internacional en pedagogía Montessori en el año 2022.

El 31 de agosto de 1870, María Montessori nació en Chiaravalle, Ancona, Italia. Sus padres fueron el militar Alessandro Montessori y Renilde Stoppani, una mujer piadosa. Cuando María tenía doce años, la familia se trasladó a Roma.

Aparecían los primeros autos con motor de gasolina, se iniciaba la construcción de la torre Eiffel en París y se había descubierto el bacilo de la tuberculosis. Montessori continuaba estudiando y a pesar de su interés por las Matemáticas e ignorando la recomendación de su padre de convertirse en maestra, decidió estudiar medicina, una profesión inusual para una mujer de esa época, por lo que se le negó el ingreso a la universidad (su padre también se opuso a esta idea).

Dicen que ella permanecía fuera de las aulas, tomando notas a través de las ventanas, hasta que finalmente logró ser admitida, aunque tenía que hacer las disecciones de cadáveres por las noches, separada de sus compañeros. Cuando ellos la hacían blanco de burlas y bromas, Montessori respondía diciendo: “Soplen, soplen, así subiré más alto”.

Mientras Freud desarrollaba la teoría del Psicoanálisis, se descubrían los rayos X y los hermanos Lumière hacían las primeras proyecciones de cine, María Montessori se convirtió en l896 en una de las primeras mujeres italianas que recibió el título como médico, en una ceremonia donde pronunció el discurso en nombre de los estudiantes y fue muy aplaudida.

El 6 de enero de 1907, se abrió la primera Casa de los Niños: “Eran como un grupo de niños salvajes. No habían sido encontrados, como el salvaje de Aveyron, en un bosque, entre animales, sino en una selva de gente perdida, más allá de los confines de la sociedad civil”, cuenta la propia Montessori. (Montessori, La Scoperta del bambino, 1981).

Los resultados de las experiencias en esta primera Casa de los Niños, fueron tan favorables que la fama de Montessori se extendió por todo el país y por el extranjero. Dos años más tarde, se abrió la primera Casa de los Niños en Milán, dirigida por Ana Wacclienni.

A partir de 1913, viajó a varias partes del Mundo dictando conferencias, fundando Escuelas Montessori, organizando Cursos de Guía y celebrando Congresos.